domingo, diciembre 10, 2006

Un verdadero cambio de look

A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga, yo soy así y así seguiré; nunca cambiaré... así cantó Mónica, al iniciar en una noche de gala, una ceremonia más en la sociedad transexual.

Al principio no creía que se leas tomaban muy en serio las cosas, pues no los había conocido de cerca, ni tampoco era mi intención conocerlos, pero desde el momento en que los observaba con mi lente; veía en ellos (ellas) ese afán que cualquier dama pondría al momento de arreglarse para demostrar sus mejores galas.

El acolite, compañerismo, camaradería se veía en el grupo mientras se arreglaban y se prestaban sus maquillajes y demás para estar listos (listas) al momento de salir a la pasarela, que por cierto, se llenó de amigos (amigas), familiares, panas y curiosos para apoyar a sus candidatas (candidatos).

El cambio de look en el pequeño cuarto, invadido por un vaho empalagoso de perfume desconocido para mi olfato, era acompañado por un par de medias de güisqui que templaban los nervios de todos (todas), nervios que se reflejaron en los rostros, movimientos e indirectas que se mandaban por ahí antes de salir; entonces supe que la competencia había comenzado.

Los aplausos eran más fuertes para ciertas candidatas (candidatos), entonces se conocía ya las preferencias del público presente y de los jueces también; no podían ser más obvios con sus expresiones en cada pasada de las desfilantes (los).

De todo hubo, trate típico, traje de baño, traje de noche y por ahí un par de canciones de Mónica y un compañero de la onda gay, que hizo corear a algunitos y algunitas con su repertorio romántico.

Al llegar la hora de la decisión del jurado, quedaban solamente las preguntas por responder de cada una (uno), que de la manera en la que las formularon, me parecían que ese rato las habían redactado. Las respuestas casi parecidas, no muy pensadas al igual que las preguntas, rebotaban nomás por el lugar; nadie de los presentes pareció importarles mucho; por ahí conversaban o seguían aplaudiendo a la primera respuesta estando ya en la quinta... ni modo, a la final parecía ya haber una ganadora (ganador).

La sorpresa de la noche: Pablo, compañero y amigo periodista, que acompañó desde un principio a las candidatas (candidatos); y el acompañó incluyó cambio de look también, recibió la banda de Miss Amistad. En su discurso aclaró ser heterosexual y que lo hizo para poder escribir su crónica, y está bien; así se conoce mejor las cosas, recibió el doble de aplausos ese momento. Talvez los aplausos le representaron por el hecho de que les haya acolitado en esa noche, porque por su graciosa forma de caminar no creo que debería ganarse ni unito de los aplausos, fregado ha de ser con tacos.

La no sorpresa de la noche: La banda del traje típico y la banda de la noche, la de la Miss 2006, se la llevó la (el) que ya se sabía; desde un principio los aplausos y las caras del jurado apuntaron a María del Pilar (Mario del Pilar???), y en efecto fue y será por este año, Miss Trans 2006 - 2007.

Un click en cada imagen para verlas más grandecitas...

©2006 alejoreinoso

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