martes, agosto 22, 2006

De nuevo vos...

Esta vez la foto merecía unas palabritas... No me extiendo mucho porque estaba ya de salida, pero solo te puedo decir: que linda guambra carajo!.
Cada vez que sales en mis fotos me da nostalgia pensar en ti, creces sin avisar, sin esperar nada cada día te veo más niña, más linda, más mía.
Esa mirada que tienes en la foto es única, no la he encontrado en nadie más que en tí y que decir de esa nariz?!! cual nariz pues si casi ni se te nota, tan pequeña pero a la vez te identifica como eres, única y preciosa.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Eres única Ana Martina, te quiero.

domingo, agosto 06, 2006

Amaneciendo en Guayaquil

Esta vez me tocó despertar en ciudad nueva para mí. No había venido desde que tenía unos 6 años creo... bueno la cosa es que por acá ha sido plena la cosa. Lo único que no me gradó mucho fue que me quedé en el primer hotel que encontré: 5.99 Habitación por remodelación. Interesante precio pero ya para quedarse mmm... Lo que quería era pegarme un duchazo luego de haber viajado toda la noche por la ruta de Riobamba para el Guayas, lo que hizo que el bus se demorara más de lo previsto. A eso de la 01:00 en la vía de Aloag una fila de carros pero increíblemente larga, nos hizo frenar el bus como por hora y media, lo cual provocó el regreso del bus hacia Aloag y la ida por la ruta de Riobamaba.
Continuando con la pequeña historia de por acá, puedo decir que la gente de acá es muy distinta a la de allá (a la de UIO). Me subo al bus que ha sido por números y no como en Quito que te ponen Colon Camal yu sabes a donde vas; y queriendo ir hacia el Mall Del Sol me subo a la 47 que me llevaba hacia allá, un poco inseguro pregunto a la dama que tengo a lado mío en el primer puesto del bus, en donde me sentía un poco más seguro que en los otros puestos (no se que sería). De alrededor de unos 40 años y vendedora de productos Rommanel, medice que ya mismo llega al Mall y me hace la conversa de buena manera y me da una calurosa bienvenida diciéndome que me vaya bien en la nueva ciudad que estaba conociendo.
Lo mismo me pasó cuando quería regresar del sur hacia el Malecón 2000, en ese caso en la línea 40, pero de ahí lo mismo, el mismo recibimento en el primer puesto del bus a cargo de una señora esta vez de unos 34 años mas o menos.
La gente acá te habla de una todo lo que quieras saber, te tratan bien si les caiste bien, porque también hay los que no te hacen mucho caso y supongo es porque les caiste mal.
El punto es que el cambio que ha habido en GYE, en lo poquito que conozco, se nota también en la gente y su actitud hacia el turista; parecen estar comprometidos para hacer crecer a Guayaquil de todas las maneras posibles (lo que no se ve en UIO, en donde, como lo dicen las escrituras, si pedimos un pan nos pueden estar dando una piedra).
Palabritas que se me cruzan en la cabeza mientras desayunaba un sánduche de jamón con café y donut por 1.80, las dejo escritas por acá para que se enteren de estos detalles.
Ahora voy a encontrarme con José, fotógrafo del diario, para ir a dar una vuelta antes de irme de nuevo para UIO.

Saludos a todos

martes, agosto 01, 2006

El espacio que quieras para tí...


Ya era tiempo de escribir sobre tí.
Esa mirada que tienes ah? (parecida a la de tu madre, ni modo), tan fuerte que me has podido controlar solamente mirando hacia donde debes ver.
La última vez que nos vemos en el día me dices que no quieres quedarte en tu casa, que no está mama pamy y que no quieres quedarte con la abuela cali... pero que puedo hacer yo si no vives conmigo. Suena medio fuerte, como estupidamente es... y vos sabes martina que algún rato no voy a tener que irte a dejar a tu casa, sino que nos quedaremos en la nuestra.
Mira martinez, como te suelo decir a veces, a pesar que tu padre es reinoso... cada foto que tengo de vos, cada sonrisa que me dejas, cada lágrima que dejas caer, cada grito de locura que te mandas de vez en cuando, cada manotaso o patada que me metes en medio de la noche cuando te quedas a dormir, cada deber que me toca acolitarte haciendo para el besitos de amor, cada bañada a gritos en contra, cada vez que pones el espanta tiburones (cuántas serán????), cada vez que pides la cajita feliz, cada vez que cantamos el amigo fiel, y asi un montón de "cadas"... , son los "cadas" que necesito para complementar mi vida, porque ahora que tienes cuatro años y yo ya llegué a los veinticinco, me doy cuenta, y no es que no me haya dado cuenta antes, de que cada día te amo más.
Te amo mi ana martina.