En el avión intentaba escribir algunos apuntes de la mierda de vuelo en el que estaba, mientras el iPod colgaba disparejo sus audífonos, gastando la batería sin que nadie; ni yo, se diera cuenta. Mi atención apuntaba al azul del cielo, que lograba ver a través de la ventana del 26A. Y pensaba.Se venían intentos de prestar atención en que voy hacer al llegar: agenda, 'la fila del banco'*, ese orden descendente que uno quisiera para todo; me faltan 5, ahora 4... Y listo, a lo que vinimos. Pero no era así, quería despojarme de la puta agenda.
Que todo llegue a sentirse incierto, es una tarea jodida; peor aún cuando no están en tu archivo mental los límites de acción, campo y movimiento. Sabía lo que tenía que hacer para quien me lo pidió; y lo hice, pero no sabía que iba a hacer por mi cuenta. Y me gustó al final. Eso de ver nuevas cosas sin entenderlas te da las ganas de volver a verlas para disfrutarlas.Y todo esto no pretende ser más que ideas sueltas, una suerte de barajo de cartas; instantáneas de cualquier cosa que apuntan a la exploración y a la creación.©2009 alejoreinoso